El Gobierno de Venezuela ha revocado las concesiones de seis aerolíneas, incluyendo la española Iberia, por considerar que se han sumado a las acciones de terrorismo de Estado promovido por Estados Unidos. Esta medida se tomó luego de que las autoridades venezolanas interpretaran la suspensión de vuelos como una respuesta a las alertas de seguridad emitidas por Washington y otros países, como España.
Esta decisión ha generado controversia y ha provocado un ambiente tenso en las relaciones diplomáticas entre Venezuela y los países afectados. La postura del Gobierno venezolano ha sido firme, calificando la actitud de las aerolíneas como una injerencia inaceptable en los asuntos internos del país.
La aerolínea española Iberia, por su parte, ha expresado su sorpresa y desacuerdo ante esta medida, asegurando que siempre han seguido las normativas internacionales y han velado por la seguridad de sus pasajeros.
Esta situación pone de manifiesto las tensiones geopolíticas y la compleja situación que se vive en la región, donde los intereses políticos y económicos se entrelazan de forma delicada. La incertidumbre en el ámbito de la aviación comercial se ha incrementado, y se espera que las repercusiones de esta decisión se sientan en el corto y mediano plazo.
En resumen, la revocación de las concesiones de aerolíneas por parte del Gobierno venezolano ha abierto un nuevo capítulo en las relaciones internacionales de la región, generando preocupación y debate en torno a la seguridad y la soberanía de los países involucrados.
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