El negocio de Santander y Mapfre para comercializar hipotecas inversas ya había formalizado, a cierre de 2024, unos 200 contratos con un compromiso de crédito de 31,5 millones de euros, según los datos publicados en el Banco de España y consultados por Europa Press.
Santander y Mapfre han unido fuerzas para ofrecer una opción innovadora en el mercado financiero español: las hipotecas inversas. A través de este acuerdo, ambas entidades han logrado formalizar alrededor de 200 contratos para este tipo de producto hasta finales de 2024. Estos contratos representan un compromiso de crédito de 31,5 millones de euros, según la información publicada por el Banco de España y verificada por Europa Press.
Las hipotecas inversas son una alternativa cada vez más popular entre las personas mayores que buscan obtener liquidez a partir del valor de su vivienda. En lugar de pagar mensualidades, como en una hipoteca tradicional, en una hipoteca inversa el cliente recibe pagos periódicos del banco en función del valor de su propiedad.
Este acuerdo entre Santander y Mapfre ha permitido a muchos clientes acceder a una solución financiera que se adapta a sus necesidades y les brinda una mayor estabilidad económica en la etapa de jubilación. La transparencia y confiabilidad de ambas entidades garantizan a los clientes la seguridad y tranquilidad necesarias al embarcarse en este tipo de operaciones.
Además, la colaboración entre dos gigantes del sector financiero como Santander y Mapfre ha generado una mayor competencia en el mercado de las hipotecas inversas, lo que se traduce en una mejora de las condiciones y beneficios para los consumidores. Esta competencia saludable fomenta la innovación y la búsqueda de soluciones cada vez más personalizadas para satisfacer las necesidades cambiantes de los clientes.
En resumen, la alianza entre Santander y Mapfre en el negocio de las hipotecas inversas ha resultado ser un éxito, con la formalización de cientos de contratos y un compromiso de crédito significativo. Esta colaboración ha demostrado ser beneficiosa tanto para las entidades financieras como para los clientes, quienes han encontrado en esta opción una alternativa atractiva y adaptada a sus circunstancias particulares.
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