Los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo (gobiernos) han llegado a un acuerdo para romper con todas las importaciones de gas ruso en 2027. Este proceso comenzará de manera gradual con la desconexión del gas natural licuado, el cual culminará a más tardar el 31 de diciembre de 2026. Posteriormente, para septiembre de 2027 se llevará a cabo la eliminación definitiva del resto de importaciones de gas de gaseoducto.
Este acuerdo representa un paso significativo en la búsqueda de la independencia energética de la Unión Europea y en la reducción de la dependencia de fuentes de energía externas. La decisión de eliminar por completo las importaciones de gas ruso tiene como objetivo fortalecer la seguridad energética del bloque europeo y fomentar la transición hacia fuentes de energía más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
La Unión Europea se compromete a implementar medidas y políticas que impulsen la diversificación de sus fuentes de energía, promoviendo la utilización de energías renovables y la mejora de la eficiencia energética en todos los sectores. Asimismo, se buscará fortalecer las interconexiones energéticas entre los Estados miembros para garantizar un suministro estable y seguro en todo el territorio europeo.
Este acuerdo supone un hito en la política energética europea y marca el inicio de una nueva etapa en la que la Unión Europea apuesta por la autosuficiencia y la sostenibilidad en materia energética. Con la eliminación progresiva de las importaciones de gas ruso, la UE se posiciona como un actor clave en la lucha contra el cambio climático y en la promoción de un modelo energético más limpio y responsable.
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