La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha presentado dos propuestas de circulares para someter a audiencia pública, relacionadas con la metodología de retribución de las redes de transporte eléctrico durante los próximos seis años. Estas propuestas buscan mejorar el modelo retributivo de una actividad que enfrentará un importante aumento de inversiones en el próximo período retributivo.
La primera circular propone modificaciones en la metodología de cálculo de la retribución de la actividad de transporte de energía eléctrica, con el objetivo de adaptar el marco retributivo al nuevo contexto energético, caracterizado por un significativo incremento en las inversiones necesarias para la transición energética. Se establecen nuevos parámetros técnicos y económicos para el periodo regulatorio 2026-2031, con el fin de garantizar una asignación eficiente de recursos y promover la mejora continua del desempeño del gestor de la red.
Entre las principales novedades introducidas por esta circular se destacan la modificación del cálculo del valor de inversión, la inclusión de una retribución financiera para la obra en curso en instalaciones singulares, la reformulación del incentivo de disponibilidad y la introducción de un incentivo negativo por incumplimiento de fechas de puesta en servicio previstas, junto con un incremento en la penalización por prudencia financiera.
La segunda circular establece los nuevos valores unitarios de referencia de inversión y de operación y mantenimiento para las instalaciones de transporte de energía eléctrica. Esta revisión se fundamenta en la necesidad de adaptar dichos valores a la evolución de los costes reales observados durante el periodo regulatorio anterior, alineándose con los principios de buena regulación, eficiencia y transparencia.
Estas propuestas demuestran el compromiso de la CNMC con una regulación moderna que impulse la eficiencia, la sostenibilidad y la innovación en el sector energético, promoviendo el desarrollo de redes eléctricas en los próximos años. Se busca garantizar la transición hacia un modelo energético más limpio y digitalizado, asegurando un marco normativo sólido para el negocio de redes.
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